Lejos de Roma y aún más lejos de París por Fernando Aínsa
Hacía tiempo que no sabía de Pablo Montoya. Lo había conocido en 1997, hace ya doce años, en la presentación de su libro de relatos La sinfónica y otros cuentos musicales en uno de esos actos culturales solidarios con América Latina que se celebraban en la triste banlieu parisina, donde siempre había un conjunto vagamente andino con bombo, charango, guitarra y quena, que tocaba cumbias; un estratégico poster del Che Guevara; un puesto de venta de empanadas chilenas y representantes de la variopinta diáspora del continente, entre los cuales estábamos Pablo y yo